21 Feb El sector fundacional apuesta por el testamento solidario

De práctica poco conocida a pilar clave en la sostenibilidad de las entidades del tercer sector. Así podría resumirse la figura del testamento solidario al que la Asociación Española de Fundaciones ha dedicado una sesión formativa, en la que participó Fundación Hestia.

Para la sesión, la AEF contó con colaboración Del Romero Abogados, un despacho especializado en sucesiones que lleva desde 1995 trabajando para el tercer sector.  Tres de sus profesionales fueron los encargados de explicar en qué consiste el testamento solidario.

Según se expuso en la sesión, este testamento tiene la particularidad de que, entre los beneficiarios hay una organización, una ONG o una entidad religiosa, que podrían ser nombradas heredera universal, coheredera o legataria, recibiendo así la totalidad o parte de los bienes de una herencia.

Tras introducir el concepto y remarcar el crecimiento constante de esta figura, la formación sirvió para desmontar los mitos que lo rodean. «No es caro -el coste de hacer testamento ronda los 40-50 euros-, no es solo para quién no tiene hijos ni tampoco deja sin nada a los herederos, y no implica hablar de muerte, sino de esperanza», remarcó uno de los ponentes.

Gestión integral del programa de testamento solidario

La bondad de esta práctica, muy extendida en otros países, como por ejemplo Reino Unido, justifica su promoción en el sector fundacional. Por ello, Del Romero Abogados recomendó a las fundaciones que añadan el testamento solidario entre las maneras de colaborar, además de «preparar a toda la institución para que las personas que se acerquen con esta inquietud reciban un tratamiento a la altura».

En este sentido, estos profesionales apuntaron la necesidad de implementar una gestión integral del programa de testamento solidario. Esta gestión integral abarcaría la creación de un equipo y la habilitación de un espacio dedicado a este fin.  Asimismo, el programa debería establecer protocolos para garantizar la transparencia y la comunicación con testadores y beneficiarios.

Y, finalmente, las fundaciones que promuevan este tipo de testamento han de ofrecer el asesoramiento y la tramitación completa de las herencias. Herencias que, con este apunte solidario, pueden mejorar la vida de personas que no forman parte del núcleo familiar, contribuyendo, así, a iniciativas que persiguen el progreso, en ámbitos diversos como la justicia social, la cultura, el arte o el medioambiente.