Usuarios de Fundación Hestia se inician en yoga

Asanas, respiración y meditación en la ciudad, pero rodeados de naturaleza y arrullados por el canto de los pájaros. Así se desarrolló la primera sesión del taller de yoga de Fundación Hestia. La actividad tuvo lugar en las instalaciones que la Fundación tiene en Barcelona, al pie de la sierra de Collserola, y fue dirigida por Anna.

La instructora de yoga fue la encargada de guiar a los usuarios de Fundación Hestia en una sesión concebida como un espacio para fomentar la autonomía y la movilidad física y conectar con la naturaleza de forma individual, relajando la mente y el cuerpo, con los beneficios que ello implica también para las personas en el ámbito de la salud mental.

«Hacía tiempo que no hacía yoga, tengo muchas ganas, pero creo que es mejor empezar en el nivel básico e ir subiendo», explicaba Octavio, uno de los participantes en la sesión que persigue también «potenciar la responsabilidad y el compromiso de seguir una continuidad en las actividades y crear cohesión de grupo», destacan en Fundación Hestia.

Actividad física y salud mental

La inclusión del yoga en las actividades de los usuarios de Fundación Hestia entronca perfectamente en una de las líneas de trabajo que desarrolla esta entidad especializada en personas en situación de vulnerabilildad. Fundación Hestia lleva tiempo potenciando las acciones de sensibilización sobre actividad física y salud mental, entre ellas el #MatealEstigma, un abordaje que también se ha tenido en cuenta en algunos de los proyectos de investigación apoyados por la Cátedra Hestia.

 

 

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