
04 Jul Fundación Hestia celebra su tradicional comida de verano
Familiaridad, música y alegría en la comida de verano de Fundación Hestia. Cerca de un centenar de personas se reunieron el pasado 6 de junio en la Plaza Karl Marx de Barcelona, convertida en escenario de una exitosa jornada de celebración y convivencia. Desde primera hora de la mañana, los asistentes disfrutaron de un animado karaoke conducido por la trabajadora social de la Fundación. Fue ella quien, con alegría y soltura, logró implicar a todo a los presentes, preparándoles para uno de los momentos más esperados del evento, el espectáculo de rumba.
Sevillaniia -dos músicos y una bailaora de flamenco- fueron los encargados poner el duende a la jornada, con versiones flamencas de canciones actuales. Su actuación logró que varias personas usuarias y profesionales se animaran a participar, creando una atmósfera de diversión y complicidad. La intensa actividad se compensó con un catering a cargo del grupo Sodexo, en el que una sabrosa paella fue el plato estrella.
El evento se aprovechó también para realizar encuestas de satisfacción sobre los servicios de la Fundación. Asimismo, se convirtió en momento perfecto para recabar propuestas para el nombre del nuevo espacio ajardinado, destinado a ser un punto de encuentro más distendido entre usuarios y profesionales. Con todo, un año más, esta actividad, organizada por la fundación con el objetivo de fomentar las relaciones sociales y ofrecer un día especial a las personas usuarias, fue un éxito.
En este sentido, este encuentro, junto con el almuerzo de Navidad, es una de las actividades que más moviliza a usuarios y usuarias, muchos de los cuales asisten acompañados de sus familiares. Aunque su organización requiere una intensa dedicación por parte de los profesionales, que coordinan el servicio de taxis y el apoyo de los trabajadores familiares, la Fundación consideran «esenciales» estas actividades. «Proporcionan a los usuarios momentos especiales y favorecen la percepción de la Fundación como una entidad más humana y cercana», apuntan los responsables de la entidad.
Por su parte, uno de los participantes resumió la experiencia con entusiasmo: «Se supera cada año, esta actuación me ha encantado». Así, es indudable que el almuerzo de verano se consolida como «un evento clave para la comunidad, ofreciendo un espacio de diversión, interacción y crecimiento personal para todos los asistentes», sostienen desde Fundación Hestia.
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