Implicarse y dar protagonismo a los mayores, claves en la prevención del maltrato en la acción tutelar

Abandonar el «nihilismo terapéutico» y asumir que las personas mayores son, y deben ser, las protagonistas de su propio proceso son claves en el abordaje del maltrato a las personas mayores. Así lo manifestó, Miriam Ruiz, trabajadora social,  en su intervención en el ciclo de Sesiones Formativas de la Fundación Hestia.

Durante su exposición, titulada «Abordaje del maltrato a las personas mayores desde la perspectiva de una entidad tutelar», Ruiz constató el aumento del número de casos con medidas cautelares urgentes para situaciones de emergencia social.

Este incremento, enmarcado en la realidad actual del crecimiento mundial del envejecimiento de la población, viene motivado por el abuso económico, la negligencia en el trato o el maltrato emocional, fenómenos condicionados por el componente peyorativo del hecho de envejecer.

«Los ancianos pronto asumen que son una carga y el resto de la población los ve como ciudadanos pasivos que consumen servicios públicos», remarcó Miriam Ruiz ante los profesionales de la Fundación Hestia, reunidos el pasado 25 de abril en las instalaciones de la entidad en Barcelona.

Por este motivo, la trabajadora social alertó sobre la importancia de que los profesionales encargados del cuidado de los ancianos abandonen las actitudes paternalistas para dedicar tiempo a acompañar, escuchar, informar y detectar sus necesidades y deseos.

«Ante el miedo, la vergüenza y la culpabilidad que pueden acompañar a algunos procesos de envejecimiento, es necesario que los profesionales observemos y detectemos posibles situaciones de maltrato para emprender las medidas oportunas. Es imprescindible abandonar el nihilismo terapéutico y asumir que las personas mayores son, y deben ser, las protagonistas de su propio proceso«, concluyó.

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