20 Abr El Comedor Social se «desconfina» y vuelve al menú original de alimento y socialización
Después de dos años de medidas sanitarias restrictivas, el Comedor Social de la Fundación Hestia vuelve a su menú original: alimento y socialización. El espacio, ubicado en Hestia Gracia, ha vuelto a abrir sus puertas para que sus usuarios puedan comer, disfrutar de la mutua compañía en un ambiente acogedor y distendido.
A la «reinauguración» del pasado 4 de abril, asistieron 18 personas, a quienes el personal de cocina les sirvió la comida con la mejor de las sonrisas. A su término, se ofreció un lienzo a los asistentes para que, en un ejercicio de trabajo en equipo, la creatividad que reinaba en el ambiente quedara plasmada en una pintura, reivindicativa y colorista, que luce ahora en el propio comedor como recuerdo de un día especial.
La sala que alberga el Comedor Social permite, asimismo, permanecer después de las comidas para compartir un café, facilitar la charla entre los asistentes o entretenerse con una amplia variedad de lecturas de libre acceso. Se consigue así un espacio donde fomentar la cultura, la comprensión y el conocimiento, propiciar el intercambio, además, de garantizar una alimentación regular y equilibrada a personas con necesidades de subsistencia.
Adaptados a la pandemia
La reobertura del Comedor Social supone dar por finalizado la fórmula #Llevateloacasa que se articuló cuando el Covid-19 obligó a decretar el confinamiento y, posteriormente, a implementar numerosas medidas de prevención. Con el objetivo de seguir procurando una alimentación sana y saludable a personas y familias con graves necesidades sociales y de subsistencia, se impuso el take away, y los usuarios acudían al centro para llevarse el menú.
La solución resultó satisfactoria hasta el punto que Fundación Hestia ofreció a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona la posibilidad de ampliar plazas en su Comedor Social «confinado».Este confinamiento tuvo lugar poco después de que se cumpliera el décimo aniversario de este recurso que, hasta noviembre de 2019, había ofrecido más de 60.000 menús y servido de punto de encuentro a personas vulnerables del barcelonés barrio de Gracia.
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